El Cazador Renegado. (Familia Argeneau)
12º Libro.
Argumento:
La familia Argeneau tiene un secreto… ¡uno de ellos es un
vampiro renegado!
Nicholas Argeneau fue en otros tiempos un cazador de éxito
que perseguía vampiros renegados que violaban las leyes inmortales. Pero nadie
ha mencionado su nombre en los últimos cincuenta años, desde que se convirtió
en uno de aquellos a los que cazaba. Pero el que fue cazador, siempre será
cazador. Cuando Nicholas ve a un sanguinario chupasangre aterrorizar a una
mujer, acudir en su auxilio es como su segunda naturaleza. No tenía ni idea de
que también él desearía besarla hasta hacerle perder el sentido…
Josephine Willan estaba tomando un poco de aire fresco
cuando, de repente, ¡unos afilados colmillos se le clavan en el cuello! Por
suerte, un guapísimo desconocido le salva la vida… y se ve enredada en sus
problemas. ¿Puede un hombre que besa tan bien y con tanta pasión haber cometido
en realidad el crimen del que le acusan? Jo no puede creerlo… y está decidida a
demostrar que merece la pena luchar por este cazador renegado.
Os dejo un fragmento, leerlo.
Su mirada se deslizó fuera de la puerta, hacia al bosque, al lado contrario donde se encontraba. Era difícil creer que el canalla que estaba siguiendo se había escapado a través de ese espacio abierto delante de las narices del guardia.
Aparte de eso, había un pilar delante de la puerta con una cámara y un sistema de intercomunicación. El renegado no se habría arriesgado a cruzar la zona abierta y quedar grabado por esa cámara. Sin embargo, el renegado se podía haber arriesgado a colarse o Nicholas había pasado por delante del hombre sin verlo. Nicholas miró por encima del hombro al bosque que estaba a su espalda.
Mientras su mente le decía que no podría haber pasado por delante del renegado sin darse cuenta, estaba empezando a preocuparse de que tal vez sus instintos no eran tan buenos como solían ser. El sonido de un motor le llamó la atención y Nicholas volvió a la calzada justo a tiempo para ver a una furgoneta de catering.
Él observó en silencio mientras que se detenía entre los pilares.
¿Sí? -una voz metálica preguntó por el intercomunicador.
-Cally Catering,- anunció el conductor de la furgoneta. -Estoy aquí para recoger nuestro material y los platos.
-Vamos, entra.
La primera puerta se abrió. Nicholas esperó a que el vehículo se detuviera entre las dos puertas y observó. Salió un guardia de la pequeña caseta, la puerta de la furgoneta se abrió. En un momento se encontraba dentro. El guardia habló brevemente con el conductor y luego fue hacia la puerta trasera de la furgoneta y la abrió, revisó el interior. Por estar observando al guardia Nicholas casi se pierde al hombre que de repente se deslizó por debajo del lateral de la furgoneta, estaba en cuclillas, se incorporó y corrió hacia el bosque de detrás de la caseta de vigilancia. Cuando lo vio estuvo a punto de advertir al guardia, pero Nicholas se contuvo y buscó el teléfono. Era el condenado tunante, por supuesto.
El hijo de puta debe haber esperado en el lado de la carretera a que un vehículo se aproximara, tomado el control del conductor para que lo dejara subirse y luego bajarse de la camioneta por un lateral en un momento de distracción.






